La elegancia es saber estar. Es vestir correctamente para cada ocasión. Muchas veces se trata de un elemento innato en algunas mujeres que “nacieron para ser elegantes”.
Descubrir nuestro estilo personal es la forma que tenemos para encontrar esa segunda piel en nuestra ropa. Una persona tímida y conservadora no se vestirá igual que alguien rebelde y extrovertido. Estas dos personas usarán piezas y colores distintos; combinará accesorios de forma diferente y esto no se logra siguiendo la moda, se logra entendiendonos a nosotras mismas, desarrollando nuestro estilo propio y usando las tendencias para complementarnos y actualizarnos.