Si pensamos un poco en cómo hablamos, en cómo nos sentimos cuando alguien nos habla y del impacto que estas palabras tienen sobre nosotros, nos percatamos que, en efecto, es mucho el poder que ejercen sobre nuestra actitud y estado de ánimo.
Descubrir nuestro estilo personal es la forma que tenemos para encontrar esa segunda piel en nuestra ropa. Una persona tímida y conservadora no se vestirá igual que alguien rebelde y extrovertido. Estas dos personas usarán piezas y colores distintos; combinará accesorios de forma diferente y esto no se logra siguiendo la moda, se logra entendiendonos a nosotras mismas, desarrollando nuestro estilo propio y usando las tendencias para complementarnos y actualizarnos.