La Imagen Laboral es de suma importancia. No sólo por ser parte de nuestra imagen, sino por la capacidad que tenemos de proyectar lo que queremos, deseamos y necesitamos a través de nuestra ropa.
Los códigos de vestimenta permiten demostrar los valores de la empresa o de nuestro servicio. De aquí que sea un acto de respeto: para uno mismo, para tus colegas y para quien prestas el servicio.
Hay errores que debemos evitar al vestir. Son detalles que quizás parecen obvios, pero si seleccionamos los outfits pensando en esto, notarás una gran diferencia.
Aquí vamos con errores a evitar:
Ropa arrugada o con manchas:
No sólo se ve mal, sino que habla de ti. De tu estilo de vida y de tu manera de hacer las cosas.
Tómate el tiempo de cuidar tu ropa, porque del mismo modo te verán a ti: detallista, cuidadosa y ordenada.
Escotes pronunciados:
No es el lugar, ni el momento para lucir un gran escote.
No sólo te vistes para ti. También te vistes para prestar un servicio y para proyectar los valores de tu trabajo.
Faldas muy cortas:
No es el lugar, ni el momento para lucir un gran escote.
No sólo te vistes para ti. También te vistes para prestar un servicio y para proyectar los valores de tu trabajo.
Transparencias:
Las prendas con transparencias pudieses utilizarlas en un local nocturno, en una fiesta de noche, pero ¿en la oficina? No luce para nada.
Exceso de accesorios:
Los accesorios suman mucha personalidad a tu look, pero en exceso sólo se verá como algo de mal gusto.
En la oficina necesitas comodidad.
Ropa muy ajustada:
Esto aplica para la Imagen Laboral y la Imagen Personal. La ropa demasiado ajustada no luce bien. En casos muy específicos o situaciones particulares. Pero la oficina no es el lugar. Evita prendas que revelen de más.
No respetar el código de vestimenta:
Conoce el código de vestimenta de tu lugar de trabajo. Fíjate cómo se visten tus pares y tus compañeros de trabajo. Respeta estos códigos. Recuerda que eres la cara y la imagen de una marca, empresa o producto.
