Solo toma 7 segundos para que una persona se forme una opinión de nosotros. Y no se trata de prejuicios, esos vienen después, se trata de un mecanismo del cerebro de eficiencia, donde el sentido predominante es la vista.
La primera imagen cuenta, y cuenta mucho. Es posible que tengamos algunas diferencias con esta frase, e incluso que para muchas personas resulte una frase injusta, pero es la realidad.
En imagen laboral o imagen de negocios la primera impresión es muy importante. Una persona que suma a todas su habilidades profesionales una imagen que se adecue a su trabajo y a su jerarquía, tiene un escalón al éxito asegurado, al menos uno.
Imaginen un asesor financiero que les ofrecerá una cartera de inversión en el que ustedes pondrán los ahorros de toda su vida. Ahora imaginen que ese asesor llega a su oficina con la ropa arrugada y sucia, el cabello despeinado y un zapato roto.
Creo que la respuesta instintiva es: no estar completamente seguros de darle los ahorros de tu vida. Ahora repite la escena con el mismo asesor, pero ahora vestido de forma impecable, perfumado y bien peinado. Creo que el resultado sobre los sentimientos asociados a la confianza, son completamente distintos.
Hagamos el mismo ejercicio, pero ahora imaginen que son los directores de una agencia de publicidad y quieren contratar al creativo que llevará a cabo la campaña más importante de la empresa, la que generará la mayor facturación. Entonces se le presenta alguien impecable y con excelentes credenciales, pero completamente vestido de gris. ¿Gris? no parece ser el color más creativo de todos. Ahora repitan la escena, pero con alguien vestido de colores vivos, piezas atrevidas y un peinado moderno, la escena parece comenzar a fluir mejor.
Estos ejemplos buscan que logremos entender que la imagen personal no es fija y va a depender mucho de qué quieras demostrar. Podemos hacer que la ropa y cómo la llevamos, en combinación a nuestra comunicación verbal y no verbal, trabaja para que logremos nuestros objetivos, no solo laborales, sino también personales. Lo que usamos es una declaración de intenciones e incluso de capacidades y personalidad.