La historia del clásico vestido negro

El vestido negro ha sido completamente ajeno a las tendencias de las temporadas de moda a lo largo de los años.

La hegemonía de esta pieza comenzó en los años 20 de la mano de Coco Chanel, y quien más sino ella para darnos este básico, y su primera referencia en la creación de este traje fue el uniforme del orfelinato en el que vivía cuando era niña.

La creación de este vestido fue una completa revolución porque el color negro desde tiempos remoto estuvo asociado al luto y al duelo y no a la elegancia y al buen gusto. fue Chanel quien logró luego de introducir esta pieza, en 1926, darle este significado, ayudada por la industria del cine en Estados Unidos, que incluyó en todas su películas importantes esta pieza dándole notoriedad y poniéndola en la opinión pública como glamour y no como luto.

También debemos darle mérito al popular dibujo animado de los años 30 Betty Boop, creada por el caricaturista Max Fleisher, quien en la mayoría de sus apariciones fue vestida con un vestido negro.

En 1947, cuando Dior introduce de forma triunfante el New Look, el vestido negro que siempre fue concebido como una pieza suelta y sin demasiada estructura –como la silueta característica de los años 20-  hace pocas apariciones, pero siempre está presente.  Acompañado de perlas y zapatos salón, fue siempre la combinación perfecta.

El vestido negro se toma un receso de las calles en los años 60 obligado por las ilusiones ópticas y los estridentes colores que comenzaban a ponerse de moda en el mundo de la moda.

Sin embargo, y aunque parezca contradictorio fue en 1961 cuando esta pieza queda inmortalizada por Audrey Hepburn en la película Desayuno con diamantes, donde aparece envuelta en una columna negra perfecta firmada por Givenchy y combinada con diamantes y perlas. Nuestra referencia cultural obligada cuando hacemos referencia a esta pieza. Esta vestido resulta el hilo conductor de toda la película, cuando los vestuaristas logran combinarla con diferentes piezas y volverlo varios looks en uno.

Durante estos años, incluso en los 70 el vestido negro estuvo un poco relegado hasta que el 1981, la que luego se convertiría en la Princesa Diana seleccionó para su primera salida con el Príncipe Carlos un vestidito negro con un generoso escote. Otra revolución protagonizada por esta pieza porque en la tradición real este color se reserva solo para el luto.

En los años 90, con el resurgimiento del minimalismo, es el vestido negro el gran protagonista y luego de múltiples apariciones en cine y su naturalización en las calles del mundo. 

¿Cómo selecciono el vestido perfecto para mi?

  • Si no tienes mucho busto selecciona un escote tipo ojo de buey por delante

  • Si quieres resaltar tus curvas puedes probar con uno ajustado en la cintura y con una falda que resbale suavemente por tu cintura.

  • Si tienes muchas caderas prefiere un vestido tipo A

  • Si tienes algo de barriga o acumulas grasa en la parte media prefiere uno tipo imperio

Algunos consejos para combinarlo

  • No usos todo negro porque de elegante pasarás a parecer una viuda

  • Puedes hacer contraste con zapatos de colores

  • Si seleccionas unos zapatos negros también corta la monocromía con una cartera de otro color.

  • Las perlas siempre serán la combinación perfecta para este tipo de vestidos.

 

Toda la nota se escribió con información extraída del libro Absolutamente Glam, escrito por Cinzia Felicetti y editado por Vergara.