La imagen laboral es de suma importancia. No sólo por ser parte de nuestra imagen, sino por la capacidad que tenemos de proyectar lo que queremos, deseamos y necesitamos a través de nuestra ropa. 🤓🩷
Son detalles que quizás parecen obvios, pero si seleccionamos los outfits pensando en esto, notarás una gran diferencia.
¡Empecemos!
Ropa arrugada o con manchas
No sólo se ve mal, sino que habla de ti. De tu estilo de vida y de tu manera de hacer las cosas. Tómate el tiempo de cuidar tu ropa, porque del mismo modo te verán a ti: detallista, cuidadosa y ordenada.
Escotes pronunciados y faldas muy cortas
No es el lugar, ni el momento para lucir un gran escote. No sólo te vistes para ti, recuerda que también te vistes para prestar un servicio y para proyectar los valores de tu trabajo.
Transparencias
Las prendas con transparencias son un buen complemento para darle ese toque sexy a tu outfit, por eso lo recomendamos más para una fiesta de noche. Evita llevarlo a la oficina pues no es el espacio.
Exceso de accesorios
Los accesorios suman mucha personalidad y elevan tus combinaciones, pero en exceso sólo se verá como algo de mal gusto. En la oficina necesitas comodidad.
No respetar el código de vestimenta
Conoce el código de vestimenta de tu lugar de trabajo. Si bien es una norma que se ha ido flexibilizando fíjate cómo se visten tus pares y tus compañeros de trabajo. Respeta estos códigos, recuerda que eres la cara y la imagen de una marca, empresa o producto.
Siguiendo estos consejos, aquí te dejamos algunas ideas de combinaciones, para que luzcas súper profesional en el trabajo sin perder el toque chic y glam. 💁🏻♀️
Además del estilo de las prendas que seleccionemos para nuestro outfit, el color también juega un papel fundamental en la imagen personal.