Unas pestañas de impacto es algo que la mayoría de las mujeres deseamos tener. Una mirada atractiva y seductora tiene mucho que ver con las pestañas y, aunque existen diferentes tipos de mascaras (o rímel), hay una herramienta que también nos ayuda en este proceso de tener pestañas más llamativas.
El rizador de pestañas parece ser un instrumento de tortura, pero en realidad es todo lo contrario. Se trata de una herramienta que nos permite darles forma a las pestañas y prepararlas previamente al maquillaje. Pero, ¿cómo se utiliza? Si nunca te has atrevido con el rizados, aquí te explicamos lo sencillo que es:
1. Primero debemos asegurarnos de tener nuestros ojos y pestañas limpias, sin rastros de maquillaje o cremas. Es muy importante este primer paso. Muchas cometen el error de rizar las pestañas luego de aplicar rímel y esto solo puede debilitar o quebrar las pestañas.
2. El rizador se utiliza solo para las pestañas superiores y para esto debemos tener los ojos abiertos, así se logrará curvarlas de manera efectiva.
3. El rizados se maneja como una tijera, solo que este no corta porque tiene almohadillas donde quedan apoyadas las pestañas. Para comenzar, abriremos el rizador y, con el ojo entre abierto (mirando de frente) colocamos las pestañas entre las dos almohadillas. Las acercamos lo más posible del párpado sin tocar la piel para evitar pellizcos.
4. Cuando sepas que ya tienes las pestañas en el lugar correcto, aprieta el rizador con firmeza y aguanta con presión al menos por 15 segundos. Luego abre el rizados y retira de tu ojo con cuidado. De inmediato verás la diferencia y podrás comparar con tu pestaña sin rizar.
5. Puedes repetir el proceso hasta crear la curva deseada. Luego de esto puedes aplicar el rímel o mascara de tu preferencia.
Es importante que revises el estado de tu rizados de pestaña si tienes tiempo usándolo. Asegúrate que esté en buen estado y las almohadillas no estén vencidas.