Palabras que empoderan: aprende a utilizarlas
¿Has escuchado sobre el poder que tienen las palabras? Seguro que en algún momento has leído o escuchado al respecto pero quizás no le prestaste suficiente atención.
Buda una vez dijo: “Las palabras tiene el poder para ambos, destruirte y sanarte. Cuando las palabras son ambas, verdaderas y amables, pueden cambiar al mundo”.
Y si pensamos un poco en cómo hablamos, en cómo nos sentimos cuando alguien nos habla y del impacto que estas palabras tienen sobre nosotros, nos percatamos que, en efecto, es mucho el poder que ejercen sobre nuestra actitud y estado de ánimo.
Esto aplica tanto en tu vida personal, social, familiar y profesional. Las palabras las utilizamos para comunícale al mundo cómo te sientes, cuáles son tus valores, pero también para inspirar, animar y empoderar. De aquí vamos a destacar lo positivo, porque también hay palabras que logran deprimirnos y hacernos sentir muy mal.
Las palabras que empoderan suelen ser aquellas que se sienten bien al pronunciarlas. Que te traen un beneficio a ti y al que te rodea. Sientes que vibra una cierta armonía cuando emites el sonido de las letras que componen la palabra en su totalidad.
Por ejemplo, Elite Daily explica que las palabras como: “fuerte”, “apasionada”, “valiente”, “confía” y “respeto”, todas ellas provocan emociones positivas. Te hacen sentirte imparable, ambiciosa, orgullosa, capaz y merecedora del éxito. Porta estas palabras con orgullo y úsalas seguido.
Por ejemplo: “Yo soy una mujer fuerte y apasionada. Todos los días hago un buen trabajo y trato de ser la mejor versión de mí misma”.
Otra palabra que ayuda a empoderar de manera positiva es: “Decisión”. Esta palabra conlleva a la acción, y esperamos que siempre sea una acción positiva, enriquecedora y que beneficie.
Por ejemplo: “Hoy decido ser mejor persona. Ser más amable con mis compañeros de trabajo y más eficiente en mi trabajo”.
Recuerda que tus palabras siempre tienen que ir a la par de tus acciones. Si las palabras son capaces de empoderarte, entonces que las acciones sean la representación gráfica del mismo.
Haz el ejercicio de pararte frente al espejo y, en voz alta, repetirte palabras y frases que te empoderen. Al principio te sentirás graciosa o tonta, pero mientras más segura estés al decir estas palabras…más las creerás y mejor impacto tendrás sobre ti.